Evolución Constante
Algunas corrientes de la Quiropráctica han evolucionado significativamente desde sus inicios, pasando de un modelo más filosófico-estructuralista a uno más científico-neurológico, y no es de extrañar. La innovación en salud es posible gracias a la búsqueda constante de respuestas y comprensión total de este universo llamado cuerpo humano, la cual utiliza como caballo de batalla el método científico y por consecuencia la creación de nuevo conocimiento basado en evidencia. Esto permite que los procesos de recuperación sean cada vez más eficientes, personalizados y resolutivos.
En este sentido la Quiropráctica Moderna en su misión de resolver los trastornos neuromusculoesqueléticos de la población ha comprendido que estas alteraciones que son complejas y multifactoriales necesitan de intervenciones igual de integrales y completas, encontrando las respuestas que buscaba en la Neurociencia Integrativa. Convirtiéndose así, el Quiropráctico Profesional del siglo XXI, en un verdadero especialista en estimular el sistema nervioso, con el fin de lograr cambios positivos en sus pacientes.
¿Y cómo ha logrado esto?
Adoptando, comprendiendo e integrando otras disciplinas a su intervención como la Neurología Funcional, Rehabilitación Autonómica y Kinesiología, y realizando un manejo integral adecuado de los pacientes junto con otras profesiones como Nutrición, Psicología y Medicina Funcional. Por lo tanto el quiropráctico moderno requiere de una extensa formación de postgrado, ya que es imposible abarcar todo este amplio espectro de conocimientos con sólo lo impartido en el pregrado universitario, además de derivar a sus pacientes cuando corresponde y nunca creer que puede resolverlo todo.
Nuevas Tecnologías
Además el quiropráctico ha incorporado avances tecnológicos que permiten la medición de los resultados obtenidos a través de indicadores neurológicos como la Fuerza, Velocidad de reacción, Coordinación, Evaluación Visual/Vestibular, Variabilidad de la Frecuencia Cardiáca (HRV), entre otros. Este enfoque moderno amplía considerablemente los beneficios de la quiropráctica tradicional, ofreciendo soluciones más integrales para el cuidado de la salud.
Intervenciones Integrales, Efectos Múltiples
Los beneficios de la quiropráctica moderna se extienden más allá del alivio del dolor y la mejora de la movilidad. Los pacientes a menudo experimentan mejoras en su bienestar general, incluyendo una mayor energía, mejor sueño y una disminución en la incidencia de enfermedades comunes, gracias a la mejoría de la función del sistema nervioso y en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Debido a esto lo motivos de consulta se han diversificado, los pacientes ya no consultan sólo por Dolor y disminución de la movilidad, sino también por Fatiga, Trastornos de Sueño, Mareo/Vértigo, Alteración del Equilibrio, Bruxismo de Vigilia, Fibromialgia, entre otros porque saben que en un Profesional tan completo probablemente encuentren la solución.
